Ubicado en la costa sudoeste de Buenos Aires, entre Monte Hermoso y Pehuén Co, la magia de las dunas, el viento y el mar nos revela las huellas fósiles de un pasado remoto... que nos cuenta una parte de la historia de nuestro planeta y de nosotros mismos.
Estas extensas playas guardan en sus entrañas las pisadas de grandes mamíferos y huellas humanas que tienen 12.000 y 7.000 años de antigüedad, respectivamente. Aquí la Patagonia y la Pampa sureña se mezclan provocando una tonalidad única, dónde el viento sudoeste, cual pincel pinta y despinta el paisaje, dejando a la vista de todos un pedazo de vida pasada. Esa misma vida que deslumbró al Naturalista Charles Darwin en su viaje de descubrimientos en 1832, junto con el Capitán Fitz Roy.
A continuación te mostramos algunas imágenes de este tesoro bonaerense...
Aquí Nerea, Guía de la Reserva, señalando las paleoicnitas (pisadas) de un Megaterio (Peresozo Gigante).
En esta imagen, las pisadas están con más detalle. El "óvalo grande" pertenece a la pata trasera y el "óvalo más pequeño" a la pata delantera.
Las estrías que vemos en esta imagen representan el detalle perfectamente conservado de los pelos de la pata del animal.
Otros animales como los Guanacos, también han dejado su rastro. Éstos han compartido el ambiente con la megafauna extinta.
En esta imagen se puede observar claramente una pisada humana de 7.000 años de antigüedad.Si tenes ganas de vivir una experiencia única, de la mano de un Guía habilitado; no dudes en comunicarte con nosotros para organizar la salida desde Sierra de la Ventana.
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